Procesamiento de Madera en Burgos

Maderas Orencio vuelve a la actividad tras el incendio que sufrió hace un año

(Actualización de 25 de marzo de 2024)

La fábrica Maderas Orencio, de Hontoria del Pinar, vuelve durante estos días a la normalidad después del incendio que sufrió la madrugada del 29 de junio de 2011 y que arrasó el corazón de la empresa, la nave donde estaban las máquinas.

Durante estos meses pasados, algunos operarios cambiaron su trabajo habitual por el de reacondicionar la nave quemada, colocando techos y paredes nuevas, hasta que llegaron las máquinas, en las que en el mes de febrero se hicieron las primeras pruebas.

Durante estos días se están llevando a cabo en ellas los últimos reajustes, para en breve comenzar a producir al cien por cien.

Tras el mazazo que supuso el incendio, Maderas Orencio, que se fundó  hace 32 años, afronta esta nueva etapa con ilusión y con ganas de seguir atendiendo a clientes y proveedores de la misma manera que hacía antes.

Para ello, ha invertido aproximadamente 100.000 euros en la compra de nuevas máquinas, algunas incluso más modernas de las que había y que fueron arrasadas por el fuego que se inició sobre las cuatro de la madrugada en el motor de una de ellas.

Ajustar los precios

En esta fábrica de madera de Hontoria del Pinar trabajan diez personas, y diariamente transforman 60 toneladas de troncos en 35 ó 40 metros cúbicos de tabla y tablón. «A pesar de la situación general de crisis del sector nos vamos defendiendo, aunque para ello hayamos tenido que ajustar los precios», explican desde la empresa, que se muestra optimista y con ganas de retomar la actividad de lleno.

El fuego que dejó destrozado el corazón de la empresa, una nave de más de 350 metros cuadrados, se originó en el motor de la máquina del carro de serrar, y rápidamente se extendió al techo, por lo que a pesar de la rapidez de los vecinos que acudieron a sofocarlo alertados por las campanas de la iglesia y el sonido de la alarma, dejó totalmente destrozado este espacio.

Sin embargo, algo positivo fue que no se extendiera a naves contiguas, dónde hay más máquinas y madera almacenada.